El tiempo se va me deja atras…

enero 23, 2008

«La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.”

Dejamos atrás la vorágine consumista de navidad, las millones de felicitaciones, los intercambios infructuosos hipócritas, la gula en su máxima expresión, las borracheras sin fin, los buenos deseos para el incipiente año, la convivencia con la familia y amigos, las cartas a los reyes magos, los regalos, la comida, el muñeco temido en las roscas… y aunque estamos a 23 días del “año nuevo” me sigo preguntando: de todo eso ¿qué nos queda?… ¿nostalgia, tristeza, esperanza?, ¿una salud deteriorada por los excesos?,, ¿felicidad?… quizá, si quizá un poco de ella.

Es de dominio popular la energía y actitud siempre positiva con la que empezamos un año, derivado de la convicción de cumplir los propósitos que nos hemos planteado. Es también por todos conocido que los susodichos “propositos” podrán convertirse en recuerdos de opio, o de vino-en el peor de los casos – en poco tiempo por la falta de perseverancia y desidia que muchos tenemos.

Esta es la razón por la que no acostumbro hacer una lista, de la misma forma que no como las tradicionales uvas una a una en 12 campanadas, las disfruto mucho antes y con cuidado de no atragantarme. Siento que al calor de las fiestas, de la embriaguez, de la convivencia, no hay tiempo para propósitos, no hay tiempo para reflexiones, para analizar lo hecho y proyectar actividades futuras; simplemente no se puede; prefiero dedicar estas fechas total y unicamente a gozar y disfrutar, me tiro desparpajadamente al hedonismo, ya habra tiempo para lo otro…

El tiempo se va me deja atrás

Esa frase la leí recientemente -no recuerdo donde- y en lo que a mi respecta puedo decirles que el tiempo me ha rebasado, me ha dado dos vueltas y yo impávido no he dicho ni pío.

No es que este viejo, solo y frustrado, solo que eso, no he hecho nada, mi último año en términos generales se resume en las siguientes líneas: Trabajo mediocre mal pagado y soledad de lunes a jueves, salida con los amigos y borrachera de fin de semana.

La he pasado bien, pero no ha llenado el pequeño vació de importancia y realizar algo que llene de orgullo que todos tenemos. Ese pequeño maldito que conforme nos alejamos de la niñez empieza a crecer diabólicamente, crece al par-para nuestra desgracia- de las ganas de sobresalir, ser alguien, de vivir… pero nadie nos enseño como.

Lo mejor

No he dejado de leer, de escribir…

Lo peor

He perdido contacto con muchas personas, una lista de desamores interminable y un vació difícil de borrar…

es la vida,

es la vida,

es la vida…

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